martes, 14 de abril de 2015

Mandala creativo de chocolate

Para empezar, cuando me dijeron que en la clase íbamos a trabajar con los mandalas, y alimentos de repostería, estaba un poco expectante ya que no sabía muy bien como iba a transcurrir la clase.

En cuanto empezamos, y tuve mi mandala enfrente mía, no supe como empezar. Veía como todo el mundo enseguida se ponía manos a la obra, y sin embargo, yo no sabía por donde empezar, podría ser porque no tenía muy buen día y tenía mi cabeza en otro sitio.



A pesar de esto decidí tranquilizarme, olvidarme de todo e intentar fluir con mi creación. Enseguida se me vino a la cabeza dibujar un corazón en el centro, ya que para mi el amor es el centro de todo, ya sea de la familia, de los amigos, de una pareja, etc. Después hice alrededor espirales ya que me recordaban a el mar y la relajación del sonido de las olas.


 
 

Después de aquí empecé a estar más tranquila, ya no pensaba en nada y solo pensaba en decorar mi mandala y disfrutar de la clase. Decidí ponerme a añadir color ya que me parecía que estaba muy soso y a mi me gustan los colores alegres, hacen que me sienta mejor. Por ese motivo mi creación empezaba a quedar así:



 
Para finalizar, le di más color a mi corazón central, ya que era lo que más quería destacar de mi mandala.



Después ya terminé con mi mandala y al final quedé muy encantada. A pesar de que al principio no era capaz de hacer nada, poco a poco se me fueron ocurriendo cosas y pase de estar estresada al principio de la clase, a estar relajada y mucho más contenta. Bajo mi punto de vista fue una clase muy productiva que en un momento determinado te ayuda a liberar tensión. Para finalizar expusimos nuestras experiencias al resto de la clase y sorprendentemente a la mayoría nos había ocurrido lo mismo.



                                                                                          Ángela Domínguez

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